BURGOS, CIUDAD DE R-ENCUENTROS. ESPAÑA EN EL CORAZÓN; LA CULTURA DEL EXILIO
Se trata de una exposion fotografica de Burgos, muy interesante para todos aquellos que quieran conocer Burgos desde otra perspectiva muy distinta.
Fecha de realización:
Vie, 20/05/2011 - Dom, 12/06/2011
Lugar Realización:
Sala de Exposiciones del Arco de Santa María
La exposición quiere ser un testimonio del reencuentro y la reconciliación que protagonizó la cultura española en medio de la tragedia: un esfuerzo por unir antes que separar, una voluntad reconciliadora del exilio intelectual golpeado por la trágica experiencia de la guerra (in)civil. Ningún escenario mejor que Burgos, donde transcurrió parte de la infancia de María Teresa León, intelectual de fuste, esposa de Rafael Alberti y protagonista, con él, de una aventura editorial que serviría de nexo de unión entre la intelectualidad clásica española y la más contemporánea, incluida la que fue pasto de la intransigencia y se vio obligada al exilio.
Burgos se revela como lo que nunca ha dejado de ser, la casa de la cultura española, y lo hace a través de una exposición que recrea la voluntad reconciliadora del exilio intelectual más relevante. Exhibe por ello los ejemplares de la editorial Mirto, creada por María Teresa León y Alberti para dar solución de continuidad a las expresiones intelectuales españolas, clásicas y coetáneas, acompañadas de una colección no menos impactante: la pintura del propio Alberti, vanguardista y repleta de cromatismo.
La recreación de los clásicos, siempre presente en el exilio intelectual español, se muestra también con la edición, por Pleamar, de los Episodios nacionales de Pérez Galdós, tío de Alberti cuya lectura tanto fascinó a María Teresa León. Lo mismo cabría decir de la revista Romance, obra de exiliados españoles, privilegiado vehículo de expresión de la intelectualidad transterrada y eficaz herramienta a la hora de popularizar la cultura por encima de sectarismos partidistas. Su aparición fue posible gracias al esfuerzo del malagueño Rafael Giménez Siles, creador del complejo editorial EDIAPSA, al que la exposición dedica un apartado.
Finalidad similar esgrimía la editorial Séneca, impulsada también por exiliados intelectuales de nuestro país y liderada por José Bergamín, cuyo esfuerzo por rescatar la cultura clásica española y aunarla con la entonces más actual debe ser ponderada. La exposición muestra algunos de los ejemplares más destacados de la amplia colección de Séneca, desde clásicos de San Juan de la Cruz, fray Luis de Granada o Gustavo Adolfo Bécquer, hasta los artículos de Unamuno, escritos de Alberti y el éxito deslumbrante de Poeta en Nueva York, de Federico García Lorca.
La voluntad reconciliadora que recrea la exposición exige resaltar la figura del burgalés Eduardo Ontañón, exiliado de renombre, poeta, periodista, narrador, editor y librero, y, desde luego, León Felipe, zamorano de nacimiento y universal gracias a sus escritos, poeta del pueblo en México del que la exposición exhibe material personal y profesional inédito hasta el momento.
Fecha de realización:
Vie, 20/05/2011 - Dom, 12/06/2011
Lugar Realización:
Sala de Exposiciones del Arco de Santa María
La exposición quiere ser un testimonio del reencuentro y la reconciliación que protagonizó la cultura española en medio de la tragedia: un esfuerzo por unir antes que separar, una voluntad reconciliadora del exilio intelectual golpeado por la trágica experiencia de la guerra (in)civil. Ningún escenario mejor que Burgos, donde transcurrió parte de la infancia de María Teresa León, intelectual de fuste, esposa de Rafael Alberti y protagonista, con él, de una aventura editorial que serviría de nexo de unión entre la intelectualidad clásica española y la más contemporánea, incluida la que fue pasto de la intransigencia y se vio obligada al exilio.
Burgos se revela como lo que nunca ha dejado de ser, la casa de la cultura española, y lo hace a través de una exposición que recrea la voluntad reconciliadora del exilio intelectual más relevante. Exhibe por ello los ejemplares de la editorial Mirto, creada por María Teresa León y Alberti para dar solución de continuidad a las expresiones intelectuales españolas, clásicas y coetáneas, acompañadas de una colección no menos impactante: la pintura del propio Alberti, vanguardista y repleta de cromatismo.
La recreación de los clásicos, siempre presente en el exilio intelectual español, se muestra también con la edición, por Pleamar, de los Episodios nacionales de Pérez Galdós, tío de Alberti cuya lectura tanto fascinó a María Teresa León. Lo mismo cabría decir de la revista Romance, obra de exiliados españoles, privilegiado vehículo de expresión de la intelectualidad transterrada y eficaz herramienta a la hora de popularizar la cultura por encima de sectarismos partidistas. Su aparición fue posible gracias al esfuerzo del malagueño Rafael Giménez Siles, creador del complejo editorial EDIAPSA, al que la exposición dedica un apartado.
Finalidad similar esgrimía la editorial Séneca, impulsada también por exiliados intelectuales de nuestro país y liderada por José Bergamín, cuyo esfuerzo por rescatar la cultura clásica española y aunarla con la entonces más actual debe ser ponderada. La exposición muestra algunos de los ejemplares más destacados de la amplia colección de Séneca, desde clásicos de San Juan de la Cruz, fray Luis de Granada o Gustavo Adolfo Bécquer, hasta los artículos de Unamuno, escritos de Alberti y el éxito deslumbrante de Poeta en Nueva York, de Federico García Lorca.
La voluntad reconciliadora que recrea la exposición exige resaltar la figura del burgalés Eduardo Ontañón, exiliado de renombre, poeta, periodista, narrador, editor y librero, y, desde luego, León Felipe, zamorano de nacimiento y universal gracias a sus escritos, poeta del pueblo en México del que la exposición exhibe material personal y profesional inédito hasta el momento.
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